
Mi certificado de nacimiento dice que tengo 21 años, aunque actúo como una niña de diez. Poco puedo pretender que soy una mujer adulta, cuando aún río con los dibujos animados y mi pieza está llena de peluches.
Soy de risa fácil pero sonrisa esquiva y las pocas locuras que hago
es algo que no quisiera perder nunca.
Me gusta comer dulces hasta el punto de quedar pegote, aunque al rato después el exceso de azúcar causa sus consecuencias.
Nunca me he enamorado, me acostumbré a la independencia de estar sola
pero a veces me gustaría tener a alguien sólo para poder saber qué siente.
Si pudiera, viviría todo el día conectada a mis audífonos escuchando música,
es que hay canciones que llegaron a ser mi obsesión de por vida.
Estoy acostumbrada al ritmo rápido de la ciudad, pero mis ratos de paz son necesarios todos los días, de alguna manera logro realizarlos aunque sea por un momento.
Sarcasmo e ironía son mi sello personal, llegando a ser mi defensa en situaciones que no son de mi agrado. Pero a veces me pueden jugar en contra, siendo mi mayor fragilidad.
No tolero la estupidez, una cosa es no saber pero otra es ser un imbécil por excelencia, personas así llegan a ser un gasto de oxígeno innecesario en este planeta.
La crítica es mi deporte favorito, aunque no me gusta escucharlas hacia mí, es algo que debo mejorar pronto si quiero ser escuchada también.
La insensibilidad de algunos me pone mal, ¿Por qué tanta maldad cuando todos vivimos juntos?
Respeto es una palabra que trato de practicar todos los días, aunque tengo mis arranques, todos somos iguales sin importar color, clase, educación o qué sé yo.
Confieso que no creo en el matrimonio, lo que me rodea me reafirme mi teoría que el amor para toda la vida es algo casi imposible de lograr.
Siempre he dicho que a los 25 quiero mi primer hijo, sin importar si tengo pareja o no, ser madre es algo que quiero disfrutar siendo joven.
Aprendí aceptar que la vida tiene muchas vueltas y es muy corta para sufrir porque sí, de toda caída siempre se aprende algo y lo más valioso es volver a pararse.