martes, 18 de agosto de 2009

Si somos todos iguales...

Cuando venía camino a la casa en la micro, poco antes de llegar a Vitacura con Vespucio tres mujeres se subieron, dos ellas parecieran ser del sector y la tercera se notaba que no. Llovía bastante ya y esta señora no estaba vestida adecuadamente para el día, llevaba un sweater rosado y pantalones de tela bastante delgados, su pelo era un desorden que entre las canas y los rulos desarmados parecían una melena sin remedio. Sus líneas de expresión denotaban cansancio, probablemente no superaba los cincuenta y algo, sin embargo su rostro mostraba un dejo de alegría. Llevaba cuatro bolsas de basura grandes llenas paraguas (claramente aprovechando la ocasión), por lo que le costó bastante poder subir y ubicarse en un asiento dentro del bus. Fue la primera en subir de las tres mujeres que estaban en el paradero, mientras intentaba acomodarse y poder poner las bolsas en un lugar seguro, quien iba detrás de ella puso una cara de haber visto lo peor que se pudo cruzar por su camino.
Su expresión de desprecio y la mueca que hizo con la boca, no hicieron más que hacerla parecer más que la mujer más estúpida que pude haber visto en mi vida. ¿En qué momento se le pudo cruzar en su mente que ella es superior a otros sólo por pertenecer a un estrato social distinto o porque viste "mejor"?
No sentí compasión por aquella señora que iba cargada, sino que por quien dejó ver su falta de humanidad, porque sé que de alguna manera ella tiene más carencias que la otra mujer y no de algo material, sino que algo de ser persona.