lunes, 25 de agosto de 2008

Infancia aterrada







Todos tuvimos traumas infantiles,
algunos eran producto del miedo que nos metían los adultos
como el típico: "No te comes todo y el viejo del saco te llevará",
hubo otros que eran propios de la edad, como la oscuridad
y algunos simplemente fueron producto de quizás que lesera rondando en nustras mentes.
En mi caso tengo algunos recuerdos puntuales:

Los payasos, no fue ni por la película de los payasos asesinos, ni por experincias horribles en el circo. Mi temor por estos seres se basó por un payaso en particular, tenía como tres años. Un día íbamos pasando en auto por Bellavista, cerca de la facultad de Derecho de la Chile, en el puente el auto se detuvo y vi por la ventana un payaos que venía caminando hacia nosotros. Al principio lo encontré lindo, pero me llegué a recagar de miedo cuando me di cuenta que el gracioso se sacaba su cabeza! Es imposible que una peque no se quiera arrancar del auto al ver que un idiota hace tal "gracia" para amenizar la hora del taco, o sea qué estaba pensando el imbécil que estaba disfrazado... qué era más lindo?... Desde entonces que no puedo ver un payaso sin ponerme nerviosa.


La oscuridad, típico miedo, no poder ir al baño de noche, taparme entera cada vez que se cortaba la luz y prender hasta el celular si es necesario para buscar algo al lado de mi cómoda hasta ahora.


Zapatos rojos
, los odio con todo mi ser y jamás entenderé por qué la primera vez que intentaron ponerme un par salí corriendo de la zapatería. No los puedo ver, me ponen histérica, quizás me recuerdan a los payasos. El punto es que jamás los puse usar.


Ovnis
, justo se dio el boom de los avistamientos y los "encuentros cercanos del tercer tipo". No me perdía programa alguno que no hablara de estos seres que nos visitaban y hacían piruetas en el cielo, aunque moría del miedo por dentro me encantaba ver documentales y a ufologos chantas hablando del tema. Una vez vi una foto en el diario de un marciano que supuestamente había sido encontrado en una nave, tenía los brazos unidos y los ojos como aceituna.... sólo atiné a cerrar el diario.

EL punto es que nadie nos dice cuando niños que a todas las cosas que les tememos no son más que mentiras, historias para obligarnos a hacer la tarea, cuentos baratos del momento que se convierten en sensación o simplemente tonteras de uno que cuando pendex no se da cuenta que lo más terrible empieza al crecer.

lunes, 11 de agosto de 2008

lo que yo quiero

Me gusta sentir el viento en mi cara
y el pasto tocar con mis pies.
Que el agua pase levemente por mí
y el calor se quede cuando más lo necesito.
La oscuridad prefiero evitarla,
si cierro los ojos creo que aún queda algo de luz
pero por las mañanas el sol es mi enemigo,
disfruto cada atardecer como si fuera el último
y un amanecer es un deleite que no siempre puedo ver.
Que el ruido de la carretera me haga dormir
y el canto del primer queltehue matutino me despierte,
mientras que la música de turno será mi diversión durante el día.
Oler el perfume floral de mi mamá para sentirla junto a mí
y jamás dejar de saborear un café con leche para vivir.
Jamás dejar de disfruar el infinito con estrellas.

domingo, 3 de agosto de 2008

El día en que...

La muerte no es un tema del agrado nuestro,
por razones obvias la asociamos con tristeza
y pocas veces somos capaces de aceptarla tal cual llega.

Personalmente hasta hace un tiempo era terror lo que sentía
al saber que algún día "estiraría la pata" en buen chileno,
pero a medida que ha avanzado el tiempo ya no es tanto el pavor
que me produce. Debo reconocer que por motivos personales
más de alguna vez la vi como escapatoria (aunque siendo tan
cobarde temí que me funcionara).

Las muertes de los seres queridos son las experiencias más
cercanas que podemos tener hasta que llegue nuestra hora,
en mi caso la que más siento fue mi abuela materna
por el gran cariño que sentí hacia ella...
aunque la de mi abuelo paterno fue algo muy especial.

Siempre he dicho que el día me toque partir,
que por favor sea lo más rápido posible y sin sentir dolor alguno...
y quién no, pero que jamás sepa que ya será mi turno,
pues la angustia sería muy grande.

El día que ya no esté lo tengo todo planeado
le he repetido mil y un veces a mi hermano que por favor
el velorio no sea algo depresivo con todos callados en el lugar,
buena música y por qué buena comida también,
no me gustaría que me lloren
algrense porque los veré desde arriba todas las "huevadas" que
hacen mientras yo no estaba, además estaré en una nube acostada
como Homero Simpson repitiendo: "nube arriba, nube abajo, nube arriba, nube
abajo".

Por el momento no quiero dejar más intrucciones,
supongo que aún queda mucho tiempo para ver los últimos detalles
es que todavía no pretendo partir.

viernes, 1 de agosto de 2008

no quiero hablar

Sucede que a veces no sé qué hago acá,
siento estoy en el lugar equivocado
y por más que trato de salir
más me encierro en este lugar.
No entiendo en qué minuto todo cambió
de lo normal a lo más escaso de vida,
no soporto ver las mismas caras
y despertar con las mismas dudas.
Hace un tiempo me dijeron que todo iba a mejorar,
no veo cambio alguno
y ya no siento que dependa de mí.
Será que mis esfuerzos son en vano...
ya me cansé de interlo una vez más,
si la felicidad está a la vuelta de la esquina
que se digne a llegar a mi puerta de una vez
porque no seré yo quien la iré a buscar.
Esta vez habrás de llegar sola a mí.