martes, 16 de septiembre de 2008

lunes, 25 de agosto de 2008

Infancia aterrada







Todos tuvimos traumas infantiles,
algunos eran producto del miedo que nos metían los adultos
como el típico: "No te comes todo y el viejo del saco te llevará",
hubo otros que eran propios de la edad, como la oscuridad
y algunos simplemente fueron producto de quizás que lesera rondando en nustras mentes.
En mi caso tengo algunos recuerdos puntuales:

Los payasos, no fue ni por la película de los payasos asesinos, ni por experincias horribles en el circo. Mi temor por estos seres se basó por un payaso en particular, tenía como tres años. Un día íbamos pasando en auto por Bellavista, cerca de la facultad de Derecho de la Chile, en el puente el auto se detuvo y vi por la ventana un payaos que venía caminando hacia nosotros. Al principio lo encontré lindo, pero me llegué a recagar de miedo cuando me di cuenta que el gracioso se sacaba su cabeza! Es imposible que una peque no se quiera arrancar del auto al ver que un idiota hace tal "gracia" para amenizar la hora del taco, o sea qué estaba pensando el imbécil que estaba disfrazado... qué era más lindo?... Desde entonces que no puedo ver un payaso sin ponerme nerviosa.


La oscuridad, típico miedo, no poder ir al baño de noche, taparme entera cada vez que se cortaba la luz y prender hasta el celular si es necesario para buscar algo al lado de mi cómoda hasta ahora.


Zapatos rojos
, los odio con todo mi ser y jamás entenderé por qué la primera vez que intentaron ponerme un par salí corriendo de la zapatería. No los puedo ver, me ponen histérica, quizás me recuerdan a los payasos. El punto es que jamás los puse usar.


Ovnis
, justo se dio el boom de los avistamientos y los "encuentros cercanos del tercer tipo". No me perdía programa alguno que no hablara de estos seres que nos visitaban y hacían piruetas en el cielo, aunque moría del miedo por dentro me encantaba ver documentales y a ufologos chantas hablando del tema. Una vez vi una foto en el diario de un marciano que supuestamente había sido encontrado en una nave, tenía los brazos unidos y los ojos como aceituna.... sólo atiné a cerrar el diario.

EL punto es que nadie nos dice cuando niños que a todas las cosas que les tememos no son más que mentiras, historias para obligarnos a hacer la tarea, cuentos baratos del momento que se convierten en sensación o simplemente tonteras de uno que cuando pendex no se da cuenta que lo más terrible empieza al crecer.

lunes, 11 de agosto de 2008

lo que yo quiero

Me gusta sentir el viento en mi cara
y el pasto tocar con mis pies.
Que el agua pase levemente por mí
y el calor se quede cuando más lo necesito.
La oscuridad prefiero evitarla,
si cierro los ojos creo que aún queda algo de luz
pero por las mañanas el sol es mi enemigo,
disfruto cada atardecer como si fuera el último
y un amanecer es un deleite que no siempre puedo ver.
Que el ruido de la carretera me haga dormir
y el canto del primer queltehue matutino me despierte,
mientras que la música de turno será mi diversión durante el día.
Oler el perfume floral de mi mamá para sentirla junto a mí
y jamás dejar de saborear un café con leche para vivir.
Jamás dejar de disfruar el infinito con estrellas.

domingo, 3 de agosto de 2008

El día en que...

La muerte no es un tema del agrado nuestro,
por razones obvias la asociamos con tristeza
y pocas veces somos capaces de aceptarla tal cual llega.

Personalmente hasta hace un tiempo era terror lo que sentía
al saber que algún día "estiraría la pata" en buen chileno,
pero a medida que ha avanzado el tiempo ya no es tanto el pavor
que me produce. Debo reconocer que por motivos personales
más de alguna vez la vi como escapatoria (aunque siendo tan
cobarde temí que me funcionara).

Las muertes de los seres queridos son las experiencias más
cercanas que podemos tener hasta que llegue nuestra hora,
en mi caso la que más siento fue mi abuela materna
por el gran cariño que sentí hacia ella...
aunque la de mi abuelo paterno fue algo muy especial.

Siempre he dicho que el día me toque partir,
que por favor sea lo más rápido posible y sin sentir dolor alguno...
y quién no, pero que jamás sepa que ya será mi turno,
pues la angustia sería muy grande.

El día que ya no esté lo tengo todo planeado
le he repetido mil y un veces a mi hermano que por favor
el velorio no sea algo depresivo con todos callados en el lugar,
buena música y por qué buena comida también,
no me gustaría que me lloren
algrense porque los veré desde arriba todas las "huevadas" que
hacen mientras yo no estaba, además estaré en una nube acostada
como Homero Simpson repitiendo: "nube arriba, nube abajo, nube arriba, nube
abajo".

Por el momento no quiero dejar más intrucciones,
supongo que aún queda mucho tiempo para ver los últimos detalles
es que todavía no pretendo partir.

viernes, 1 de agosto de 2008

no quiero hablar

Sucede que a veces no sé qué hago acá,
siento estoy en el lugar equivocado
y por más que trato de salir
más me encierro en este lugar.
No entiendo en qué minuto todo cambió
de lo normal a lo más escaso de vida,
no soporto ver las mismas caras
y despertar con las mismas dudas.
Hace un tiempo me dijeron que todo iba a mejorar,
no veo cambio alguno
y ya no siento que dependa de mí.
Será que mis esfuerzos son en vano...
ya me cansé de interlo una vez más,
si la felicidad está a la vuelta de la esquina
que se digne a llegar a mi puerta de una vez
porque no seré yo quien la iré a buscar.
Esta vez habrás de llegar sola a mí.

martes, 3 de junio de 2008

tengo veintisiempre

Somos la generación que nació en la década de los ochenta, la generación que hasta el día de hoy sigue siendo dejada de lado, así es. ¿Se han dado cuenta que siempre nos hablan temas históricos de antes que nosotros naciéramos? También vivimos procesos importantes, fuimos prácticamente la última generación que nació bajo una dictadura o régimen militar, como lo quieran llamar, para después vivir en un país democrático. Nuestra memoria histórica vagamente puede empezar con la caída del Muro de Berlín, el cambio de mando en nuestro país. Somos la generación que en un futuro no muy lejano tomará decisiones importantes, somos quienes en este minuto estamos liderando un proceso que nuestros padres jamás imaginaron.

Nuestra infancia la vivimos en la década del noventa, cuando aún se le mandaban cartas por escrito al Viejo Pascuero y pocas veces nos traía lo que pedíamos y nos amenazaron con el Viejo del Saco si no nos comíamos todo. Vivimos la época en que la moneda de cinco pesos aún tenía valor para comprarnos los dulces media hora y conocimos el billete de quinientos pesos que nos hizo sentir millonarios cada vez que lo tuvimos. Eran los tiempos en que nos comíamos el Cola Cao y los jugos Yupi en polvo y en que el Trululú costaba cien pesos. Fuimos los que vivimos el cambio a las láminas autoadhesivas de los álbumes, y comenzamos a jugar las láminas, no faltó el que hizo trampa y se humedeció las manos para darlas vuelta. Aparecieron los tazos en nuestra vida y fueron la revolución de todo niño, comíamos miles de golosinas sólo para poder tener la colección entera.

Jugamos a la cuerda de saltar, al elástico, con la pelota de fútbol que era usada para la pichanga, las naciones y a las quemaditas, la payaya, las bolitas, la pinta, la escondida, el sol, el caballito de sol, nos manguereamos las tardes de calor y nos reventamos bombitas de agua sólo por diversión. Supimos lo que era jugar todo el día en la calle hasta que las luz del sol despareciera y nuestros padres nos hicieran entrar, llenos de moretones y heridas en las rodillas escuchábamos los regaños para luego ir a bañarnos de mala gana.

Somos la generación de Cachureos, ¿quién no le tuvo miedo al Tiburón y odió a Chanchoman?, también disfrutamos con el Profesor Rosa y Guru-guru, los mismos que años después aparecieron en un video puteándose el uno al otro y que nos íbamos también nos fuimos a dormir después de ver Tata Colores. Crecimos viendo series como Salvados por la Campana y el Príncipe del Rap, donde Will Smith era el tipo con más estilo de todo el mundo y era la época en que los Simpson sólo eran para adulto, y eran transmitidos los viernes después de Video Loco. Claro que algunas series traspasaron las pantallas y se transformaron en nuestros juegos, como los Power Rangers, Dragon Ball, Sailor Moon, Supercampeones y los míticos Caballeros del Zodíaco, las patadas, los saltos y los moretones por creernos algún personaje nos valió más de un tirón de orejas.

Nos vistieron con jeans con suspensores y peinados bien langueteados, tuvimos esas zapatillas blancas de gimnasia hasta que aparecieron las que tenían luces, eran simplemente la raja, pero jugar a las escondidas con ellas fue un gran error. El uniforme del colegio se respetaba y no se deformaba con las modas. Al colegio asistíamos con las mochilas llenas de cuadernos y libros (santillana y arrayán), y cuando nos daban tareas íbamos a las bibliotecas a pedir libros, copiábamos las tareas del pizarrón a tiza y las pruebas las hacíamos en hojas de roneo.

No sabíamos del celular ni play station, conocimos el Atari pero el Súper Nintendo nos cambió la vida, soplábamos el cartucho después de resetear las mil y una veces la consola. La revolución de la computación empezó cuando lo más entretenido era usar el PAINT y guardamos LA FOTO en un diskette que no funcionaba nunca pues había que formatearlo, fuimos los pioneros de Internet, cuando el fotolog ni siquiera existía y usamos el msn cuando no teníamos la opción de la foto y el lenguaje Chat no era una oda al hablar como estúpidos.. Alcanzamos a conocer los cassettes y grabamos las canciones de la radio, nos pasábamos toda una tarde buscando por distintas emisoras el tema de nuestras vidas. Pasamos del personal estereo al cd walkman que NO tenía radio, un solo golpecito y el cd se jodía. Crecimos escuchando grupos como Soda y Nirvana, eran los tiempos en que los Ilegales y Sandy y Papo eran los reyes de las fiestas, pero ya más grande algunas fuimos parte del fenómeno del pop y alucinamos con los Backstreet Boys, por supuesto que tuvimos la versión chilena que fue Stereo 3, también cantamos el Aria Ario de Paolo Menguzzi. En ese entonces era la Generación 2000 del Venga Conmigo la que imponía las canciones del momento.

Somos la última generación cuerda, no necesitamos de sicólogos ni estudios exhaustivos sobre nuestro comportamiento, si nos portábamos mal un coscorrón o un castigo lo solucionaba todo, fuimos lo bastante responsable para asumir nuestros actos. ¡Hemos vivido tanto y con orgullo podemos mirar atrás y decir… chucha que estamos viejos!

martes, 29 de abril de 2008

Desde ahora.... ¡YA!

Escribe, escribe y escribe. Mientras escucho por enécima vez seguida la canción Falling For You de Jem no paro de pensar en huevadas, de lo imbécil que puedo llegar a ser cuando veo al pastel que provoca mariposas en mí o de lo distraída que he andado desde marzo hasta ahora.
En clases nos hicieron escribir lo primero que se nos viniera a la cabeza, en verdad era algo bastante complicado porque obviamente tenía mil cosas dando vueltas en mi mente, el problema era ponerle un filtro y no decir, escribir o delatar nada comprometedor... claro si lo hubiese hecho de manera inconsiente quién sabe qué imbecilidad pude haber dicho. Atiné a decir que tenía sueño y flojera y que no paraba de tararear una canción, la cual cambié ahora pues no paro de cantar el nuevo tema de Coldplay y es que no me perdono aún el no haber ido el año pasado a verlos. También hablé de lo picada que quedé por culpa de mi hermano, me retaron por "tratarlo mal", ok metí las patas pero el nene a veces me vuelve loca... de todas maneras amo a mi dumbito jÁ!.
Genial se viene un finde largo, cinco días de no hacer nada... bueno hasta por ahí no más, tengo que estudiar estudiar y más estudiar y no paro de pensar en la nota del certamen de Informativo.... ¿y si tuve otro tres en el reporteo? creo que empiezo a reemplantearme la carrera.
Eso me lleva a otro punto, tercer año y no sé qué me pasa... digo me gusta esto pero me va mal, bueno siempre es así al principio pero me temo que esta vez me está superando... distraída, desconcentrada, pava, pero enamorada ni cagando.
Ahor cambié de canción, me recuerda Grey's Anatomy... ¿cómo chucha todavía no dan el capítulo siguiente?.
Creo que tengo ataque de risa mientras hablo con la Gabi, "porfa agregame", la weá sicooo es que no puede ser, pero el que la sigue la consigue dicen.
Acabo de recordar que todavía no encuentro mi mp3... me duele eso, cómo haré mis dos horas de viaje diario sin mis audífonos y mis fieles canciones? No hay mejor cosa que sentarse en el Transantiago (si encuentras asiento claro) y mirar las caras de culo de todos mientras escuchas tu tema favorito, lo mejor es ponerlo en Beat It cantado por Fall Out Boy ( y los fui a ver hace un mes y por poco muero en la masa pokemona pero fue la raja).
Escribo y escribo lo primero que se me vino a la cabeza,
después de todo no era tan difícil el ejercicio, sólo la vergüenza de no tener filtro frente a todos.
Huevadas de la vida.


jueves, 13 de marzo de 2008

Y otra vez

No despierto con el cantar de los pájaritos, sino que con el celular que a las 5:50 empieza a entonar Sing de Travis, ya no miro por la ventana para encontrar el sol radiante tan sólo una pequeña estrella sobre la cordillera es mi compañía matutina, mi cama dejó de ser el mejor lugar para dormir, ahora cualquier asiento disponible del bus lo será. Cambié el paisaje veraniego y el azul del mar por el gris del concreto, el murmullo de las olas quedarón atrás y dieron paso al ruidoso Transantiago, las caminatas sin sentido fueron reemplazadas por las carreras al paradero, los vendedores de artesanía y palmeras se extinguieron y aparecieron los ambulantes con el chocolate de turno y el "chocolo a cien".

miércoles, 27 de febrero de 2008

...

El problema de la vida es que nunca sabemos que esperar de ella, suponemos tenerlo todo resuelto pero de un minuto a otro todo puede cambiar. Nos levantamos todos los días pensando que todo está tal cual, pero lo que no sabemos es que en cualquier minuto lo que dábamos por hecho ya no lo es, no sabemos si encontraremos a la vuelta a las mismas personas ni siquiera podemos asegurar que volveremos.

martes, 19 de febrero de 2008

Arte de la calle

Pocas veces nos damos el tiempo de observar sus rutinas, siempre andamos apurados y si nos detenemos cinco minutos a mirarlos es mucho, menos aún nos quedamos al final cuando corresponde dar la cooperación. Es que los artistas callejeros son prácticamente una institución en nuestro país, los vemos en plazas, paseos, calles, se suben a la micro, te hacen show mientras esperamos la luz verde, etc.

Siempre me he preguntado las razones de estos personajes para llegar donde están, obviamente por una cuestión económica, pero lo que me intriga es saber el por qué realizan determinado papel en su acto, saber qué hay detrás del personaje y aunque suene cliché conocer la historia de vida de cada uno. Hay de todo, desde humoristas, pasando por músicos y terminando en verdaderas estatuas humanas que son capaces de achicharrarse toda una tarde bajo el sol hasta que algún compasivo transeúnte se humanice y lance una moneda.

No podemos negar que nos alegran el recorrido que realizamos, más de alguno nos saca una sonrisa y pocos nos sorprenden con sus actos. Estamos tan acostumbrados a verlos, que poco apreciamos su arte, ¿Qué sería una tarde en la Plaza de Armas sin una rutina de humor? o ¿Cómo serían las esperas en los semáforos que están cerca del Forestal sin su malabarista carismático?, sin ellos parte de nuestra "cultura popular" se perdería.

domingo, 10 de febrero de 2008

A la chucha

Si una cosa me ha de reventar más que nada, es el hecho de que sea siempre yo quien tenga que adaptarse a situaciones que simplemente no me agradan y no tengo obligación alguna por hacer. Resulta que por ser buena gente y la simpática me arrastran prácticamente a hacer cosas que no quiero, y no hablo que cosas malas, es que simplemente si digo que no porque no quiero o porque eso no va conmigo es porque no me interesa y no me hinchen las "huevas".

Sin embargo la tarada termino cediendo, y cuál es el resultado? un mal rato, hasta aquí llegué, mala cueva si caigo mal, me aburrí de adaptarme al resto cuando también pueden entenderme a mí.

lunes, 4 de febrero de 2008

Ver para creer



Sentimos la necesidad de aferrarnos a algo más allá de lo tangible, buscamos creer en algo espiritual y no en vano dicen que la fe mueve montañas. Sin embargo hay veces que esta "fe" se convierte en un fanatismo, hasta tal punto de creer todo lo que te digan. Si bien no existe una manera concreta de comprobar la veracidad de estas creencias, debemos reconocer que muchas veces quedamos atónitos con algún hecho fuera de lo común y que no se le pueda dar explicación alguna y por más que digamos "no si aquí hay algo", en el fondo de nosotros sabemos que es sólo cuestión de fe.

Hace una semana tuve la oportunidad de conocer el "santuario" y la iglesia de San Expedito en Reñaca, el más vivo ejemplo de "humilidad", y curioso resulta como la gente después de buscar consuelo, ayuda, iluminación, etc y no encontrarla recurre a este tipo de auxilio. Bastante me llamó la atención la cantidad de "gracias por favor concedido" en todas partes y de todas las maneras, no sólo en la plaquilta blanca que acostumbramos ver quizás en alguna animita, sino que muchas incluían fotos, pergaminos, cartulinas y no me extrañaría si pronto alguien pusiera algún poster o pancarta como las que se muestran en el Festival de Viña.

No sólo en lo religioso ocurre esto, últimamente muy de moda se ha puesto toda la onda esóterica; magia negra, brujos, velitas, machitunes, shamanes, tarot, almas perdidas y mil y un cosas más que quedan por nombrar. Acá el asunto es distinto, a los santos se les pide que te ayuden con un problema y acá te dicen qué problemas tendrás y siempre es "alguien que te hizo algo". Es entonces cuando recurren a prender velas, poner determinadas plantas, espejos, figuritas, rituales, etc.

El punto es que siempre buscamos algo más allá de lo racional para poder estar en paz.

jueves, 17 de enero de 2008

¿Por qué desperté?

¿Te has fijado que siempre que tenemos un buen sueño algo o algiuen nos interrumpe? Qué emputecimiento más grande sentimos cuando esta situación nos sucede, las razones son variadas, la mamá histérica nos grita detrás de la puerta "levántate que es tarde", el maldito despertador suena en el momento indicado, alguien nos llama sin razón importante alguna más que cagarte la onda, étc. Cuando esto pasa sólo deseamos volver a dormir pero es imposible, por más que tratemos de cerrar los ojos, taparnos con la almohada y recordar en lo que estábamos no volvemos a lo que queríamos. Es entonces cuando nos levantamos completamente enojados y le echamos la foca a todo el mundo, porque para qué estamos con cuentos, quién no se molesta cuando lo sacan de un buen sueño, peor aún, quién no se enchucha cuando lo despiertan de manera brusca y anda todo el día cagado de sueño. Como si fuera poco, nos la pasamos el resto del día pensando "y qué hubiese pasado si....", tan sólo fue un sueño y nos cuestionamos qué pasaría sino húbiesemos despertado y con justa razón, estábamos a punto de realizar lo que siempre hemos querido y ¡zas! nos vemos obligados a despojarnos de ella para darnos cuenta que aquello que vimos la noche anterior dificilmente ocurrirá o derechamente no pasará ni por un milagro.

Recuerdo que tenía doce años, cuando tuve el sueño más bkn de todos, obviamente la razón fue el exceso de televisión, especialmente del canal nickelodeo. Resulta que soñé que tenía poderes mágicos como Sabrina la Bruja Adolescente, simplemente era la raja hacer un leve movimiento con mi dedo índice y aparecer todo lo que se me daba la gana, incluso hice aparecer a los Backstreet Boys, de ese toque. La cosa es que de la nada desperté, una tía no se le ocurrió nada mejor que entrar a la pieza y levantarnos, me cagó la onda.

Y así ha pasado miles de veces, los sueños han sido variados, recuerdos con amigos, soñar con amores platónicos, encontrarse con personas que ya no están junto a mí, realizar una de mis metas, étc y siempre ocurre lo mismo, justo en el momento preciso, exacto, crucial, tengo que despertar. ¡Como odio eso!

Cada vez que nos ocurra esto, la situación será la misma y nos la pasaremos todo el día pensando en áquel "recuerdo" y al momento de caer la noche trataremos de mentalizarnos, sólo para volver a repetir aquella "experiencia", después de todo... Soñar es gratis.

jueves, 3 de enero de 2008

Canciones favoritas

Todos tenemos nuestra canción favorita, esa que desde el primer momento que la oímos supimos que no sería igual, desde el primer acorde de la guitarra o las primeras líneas que pronunció el cantante tu vida cambió, algó así como el comercial de la rock and pop.

Sabemos que esa canción deja de ser la favorita y pasa derechamente a ser nuestra obsesión, podemos escucharla mil y un veces y nos nos aburrimos, bajamos cuanta versión exista de ella y mejor aún si logras encontrar presentaciones en videos, te la pones de nick del msn, incluso pones pedazos de ella en tu fotolog, blog, flickr, facebook y cuánta huevada que sea un log.

Cada vez que la escuchamos "cosas" nos suceden, desde mariposas en la guata hasta apretujones en el corazón que nos quieren hacer llorar e incluso pasando por los deseos de tan sólo gritar a más no poder. Esas sensaciones y emociones parecieran que nunca son suficientes, podemos experimentarlas variadas veces pero jamás son lo mismo, siempre es algo distinto.

Las razones por las que estas composiciones musicales pasan a ser parte de nuestra vida son variadas, desde la canción que recuerda al primer amor, justo la tocaron cuando estabas en un pésimo momento, la letra justo define lo que somos, la melodía se queda grabada en tu cabeza, etc.

Mejor aún es cantarla, no importa si cantamos como el ....., la cuestión es que nos sentimos la raja interpretandola ya poco más listos para hacer en público. La tarareamos en nuestras mentes todo el día, y más que cantarla a veces la gritamos.

Bueno en mi caso la canción que definitivamente me mata, es mi obsesión, la puedo escuchar mil veces, me provoca "cosas" y qué se yo, se llama Sweetest Goodbye (Dulce Adiós) y el grupo es chan! Maroon 5, la cual pertenece al primer disco Songs About Jane. La letra así como lo dice es una despedida, es una canción bastante romántica y triste, sin embargo la letra y la manera en que Adam Levine la interpreta simplemente me fascina. ¿La razón para que sea mi favorita? Definitivamente no me recuerda a ningun amor ni nada, la escuché mucho antes de cualquier posible evento en mi vida, tan sólo sé que cada vez que la escucho siento mil y un maripositas y a veces puede levantarme incluso el ánimo, qué cursi ¿cierto?.

Y acá está la dichosa canción esa misma que me cambió la vida, esa que nunca dejaré de escuchar y que jamás será igualada. Esta es la versión en vivo, que es aún más "exquisita" que la original.

Maroon 5 Sweetest Goodbye